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miércoles, 4 de septiembre de 2013

Monchi

Se que este es el Diario de Love, pero hoy la recordé mas que nunca, y la extrañe mas que nunca y es que jamás se ha ido de mi mente y es que jamás pensé que debe ser remplazada pero es que existen amores que nunca se pueden olvidar.

Monchi nació el 01 de Mayo del 2000, nos conocimos cuando yo tenia 12 años, mes y medio despues de su nacimiento, ella era una bolita blanca gordita con sus patitas chiquititas y nariz rosada, que cuando llego era del tamaño de la plama de la mano de mi hermana Sofi, nos emocionamos tanto aquella noche tenia que quedarse. Colocamos periódicos por todo el patio , dormía en una cajita grande de cartón por el momento que tenia varias mantitas y un reloj para que sientas que son los latidos de mamá ubicado en el cuarto de mi hermana. Era una trome aprendiendo miles de cosas, y hasta me resondraron una vez porque pensaron que me había comido unos anticuchos que lo habían puesto en la mesa, era tan chiquitita que obviamente jamás pensaron que se había subido al mueble saltado a la silla y luego se había impulsado a la mesa para coger aquellos anticuchos. 

Tantas cosas, tantas anécdotas  tantos besos, tantos abrazos y tan valiosa compañía durante los 12 años y 10 meses al lado de nosotros! que no es fácil de olvidarla, de extrañarla y de quererla nuevamente a nuestro lado.

Siempre dije que era Nuestra Historia Sin Fin, y coincidente mente tenia cierto parecido al perrito que volaba en la serie/película o lo que fuera pero que vagamente la tengo en la mente y bien recreada gracias a mi Monchi.

Tuvimos que decirle adiós el 20 de Marzo del 2012, y es que fue tanto dolor que lo trato de superar viendo sus fotos, ahora que la pienso, agradezco a Love que apareciera en mi vida y me adoptara a mi como su mamá quien me ayudo y ayudo a todos en casa a fortalecernos de nuestra triste partida. 
Y es que Monchi esta en casa, durmiendo y cuidando como siempre lo hiso durante toda su vida, y es que fue una excelente cazadora, una excelente guardiana y una fiel compañera, pero aun asi extraño verla y apachurrarla hasta aburrirla.


Ella es mi monchi, aquel amor sin fin que siempre menciono en los post.






La renegona, la gorda, la monchi, la chimon, la poshi, monxiii, y es que no necesariamente nosotros le decíamos así, amigas de mi cole, amigos del cole de mi hermano, luego de la universidad, amigas de mi mamá, vecinos de la casa y es que todos siempre tenían una forma diferente de llamarla.

No se como terminar esta historia, y es que no deseo que termine... aunque en muchas ocasiones trato de escuchar si antes de abrir la puerta pueda oír sus patitas acercándose, el decir adiós nunca es fácil y menos de alguien a quien amas, aunque conscientemente sabes que va a pasar.  

Por eso ama, besa, abraza tanto o todo lo que puedas, disfruta de cada instante y se feliz.
  

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